En la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica en Chicago, expertos oncólogos resaltaron las nuevas drogas contra el cáncer de mama metastásico, que elevó las tasas de supervivencia al 70% después de tres años y medio.
Todos los años se diagnostican en la Argentina casi 20.000 nuevos casos de cáncer de mama, conviertiéndolo en el tumor femenino más frecuente.
Si bien es sabido que detectado a tiempo presenta un elevado nivel de curación, por lo que los especialistas ponen énfasis en la importancia de los controles periódicos, en uno de cada tres casos el tumor progresará a un estadio avanzado, y dejará de estar localizado en la mama para posiblemente expandirse a otros tejidos u órganos del cuerpo.
Así, cuando el cáncer de mama se disemina fuera de la mama y de los ganglios regionales, se denomina cáncer de mama metastásico. Para estos casos, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó en los últimos años tres nuevas drogas que extienden la calidad de vida al paciente y reducen drásticamente la mortalidad.
Ayer, en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica en Chicago (ASCO, su sigla en inglés), médicos de varias nacionalidades presentaron nuevos estudios de una de estas tres drogas aprobadas en nuestro país. Los expertos mostraron que la adición del medicamento inhibidor de ciclinas ribociclib en el tratamiento general elevó las tasas de supervivencia al 70% después de tres años y medio, frente a un 46% de las mujeres que recibieron el tratamiento estándar. Además, la tasa de mortalidad fue un 29% menor que cuando las pacientes recibieron un placebo.
La autora principal, Sara Hurvitz, dijo que el estudio se centró en el cáncer de mama con receptores hormonales positivos, que representa dos tercios de todos los casos de cáncer de mama entre las mujeres más jóvenes y que en el pasado ha sido generalmente tratado con terapias que bloquean la producción de estrógenos.
«Realmente puedes obtener una sinergia o una mejor respuesta, una mejor eliminación del cáncer, al agregar uno de estos inhibidores del ciclo celular, además de la supresión hormonal», aseguró Hurvitz, quien destacó que el tratamiento es menos tóxico que la quimioterapia tradicional porque «ataca de manera más selectiva a las células cancerosas, bloqueando su capacidad para multiplicarse».
El nuevo ensayo, que analizó más de 670 casos, incluyó solo a mujeres menores de 59 años que tenían cáncer avanzado (en etapa 4) para el cual no habían recibido una terapia de bloqueo hormonal previa.
La droga se administra mediante una píldora diariamente durante 21 días, seguidos de un descanso de una semana para permitir que el cuerpo se recupere, ya que dos tercios de los pacientes tienen una disminución de moderada a grave en el recuento de glóbulos blancos.
Consultada por Infobae, la doctora Victoria Costanzo, médica especialista en Oncología Clínica y subjefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Instituto Alexander Fleming, enfatizó que lo relevante de este estudio es el casi 30% menos de mortalidad gracias a este fármaco.
«Es un tratamiento para pacientes diagnosticadas con un cáncer de mama avanzado que tienen ahora la posibilidad de vivir más y retrasar la etapa de la quimioterapia que tantos problemas trae aparejados. Es una terapia para muchas pacientes con la enfermedad avanzada», precisó. Y dejó en claro que en la Argentina, además del ribociclib, también están aprobados el palbociclib y el abemaciclib.
En los tratamientos del cáncer de mama avanzado RH+/HER negativo, la evidencia científica indica que la eficacia disminuye después de la primera línea produciéndose una disminución de la mediana de la sobrevida libre de progresión entre los tratamientos de primera y segunda línea.
«Por eso, es importante considerar la combinación de un inhibidor de CDK 4/6 como ribociclib con un inhibidor de la aromatasa como estándar para el tratamiento inicial en este tipo de pacientes», insistió Costanzo, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM). Y agregó que «al retrasar el uso de quimioterapia en estas situaciones, es posible mejorar la calidad de vida de la paciente y a la vez otorgar excelentes resultados en el control de su enfermedad con un tratamiento menos tóxico».
Según la ex presidenta de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), la doctora Florencia Perazzo, en cuanto a las opciones de tratamiento, la terapia hormonal actúa sobre las células malignas, mientras que la quimioterapia afecta tanto a las cancerígenas como a las normales y genera alta toxicidad.
«La indicación de terapia hormonal sola o combinada con un ‘inhibidor de la quinasa asociada a ciclinas (como ribociclib) como primera línea de tratamiento, permite obtener alentadores resultados y reemplazar o al menos demorar la indicación de quimioterapia, en busca del objetivo principal del abordaje de estos tipos de cánceres de mama avanzados, que es el de lograr que la paciente viva con la mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible», precisó Perazzo.
«En función de la expresión genómica del tumor, los tumores de mama se dividen fundamentalmente en hormonoindependientes -RH negativo- (que incluye el llamado ‘triple negativo’ y los que presentan receptores tipo 2 del factor de crecimiento epidérmico humano -HER 2 positivo-) y los hormonodependientes, entre los cuales el más frecuente es el RH+/HER2 negativo», explicó Perazzo, médica especialista en Oncología Clínica.
La forma avanzada de esta enfermedad es la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres de 20 a 59 años.
Aunque el cáncer de mama avanzado es menos común entre las mujeres más jóvenes, su incidencia aumentó 2% por año entre 1978 y 2008 entre las mujeres de 20 a 39 años.
«Debemos tener en cuenta que el cáncer de la mama es una enfermedad heterogénea, por lo cual ésta se manifiesta de diversas formas con patrones y localizaciones metastásicas diferentes, con comportamientos biomoleculares y perfiles de resistencia propios a cada cuadro, debiendo los médicos evaluar a cada paso de la evolución de la enfermedad estas características y tomar decisiones personalizadas siempre primando la calidad de vida de nuestras pacientes», concluyó Perazzo.
El oncólogo Harold Burstein, del Instituto de Cáncer Dana-Farber en Boston y quien no participó en la investigación, dijo que se trata de «un estudio importante», que estableció que el uso de inhibidores de ciclinas «se traduce en un beneficio significativo para la supervivencia de las mujeres».
«Esperamos que estos datos permitan el acceso de este producto a más mujeres en todo el mundo», agregó Burstein.