Luego de que se conociera la muerte de un hombre de 40 años mientras practicaba crossfit, especialistas insisten en la importancia de empezar una rutina de manera progresiva, y tras haber consultado a un médico que la avale y descarte factores de riesgo, para evitar eventos cardiovasculares. Qué estudios debe incluir el apto físico.
Ya no quedan dudas de la importancia del apto médico y la responsabilidad que cada uno tiene de no tomarlo como un trámite burocrático para evitar comprometer la salud. Es fundamental recurrir al médico de cabecera o al centro de salud más cercano para que un profesional conozca la historia clínica de cada persona y, en función de ello, indique los estudios necesarios para evaluar su aptitud física de manera seria e integral.
El tema volvió a las primeras planas luego de que se conociera hoy que un hombre de 40 años murió a causa de un paro cardíaco mientras practicaba CrossFit en un gimnasio de la localidad de Florida, en el partido de Vicente López. Según se supo, su último apto médico era de 2016 y no respondió a las maniobras de RCP que le practicaron en el lugar.
«El inicio de una práctica deportiva siempre tiene que estar avalado por un médico. Se suelen hacer ejercicios muy fuertes, y en pacientes que tienen una enfermedad subyacente, especialmente hay que tener mucho cuidado». La recomendación la hizo a Infobae el médico cardiólogo Gabriel Lapman (MN 119.066), para quien «mucha gente empieza a ejercitarse en un nivel superior al que puede tolerar».
Estos deportes de moda superan la indicaciones y son elegidos por la persona sin tener en cuenta sus limitaciones o condicionantes
Empezar de forma progresiva es clave. Y el chequeo médico previo, una condición para el comienzo, que a esta altura no debiera discutirse.
«Para evaluar factores de riesgo, lo recomendable es hacerse un electrocardiograma, una ergometría y eventualmente un ecocardiograma; puede sumarse un análisis de laboratorio para conocer los niveles de colesterol, triglicéridos, glucemia, etc», apuntó Lapman, quien reforzó: «Así como no no se puede dar el mismo tipo de ejercicio a todas las personas, tampoco el chequeo puede ser igual en todos los pacientes, hay que evaluar cada caso».
El especialista del Sanatorio Modelo de Caseros opinó que «estos deportes de moda superan la indicaciones y son elegidos por la persona sin tener en cuenta sus limitaciones o condicionantes». Así, con pocos controles y ejercicios generalizados en personas con factores de riesgo se da el escenario ideal para que ocurran situaciones como la que se conoció hoy.
«Los controles médicos precompetitivos y periódicos permiten detectar afecciones potencialmente mortales que impidan la realización de prácticas deportivas de alto rendimiento. Sin embargo, a pesar de un estudio correcto, no todos los casos de muerte súbita pueden ser previstos y evitados«, alertó en tanto el médico cardiólogo Jorge Tartaglione (MN 67.502).
El inicio de una práctica deportiva siempre tiene que estar avalado por un médico
Para el presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), «cuando sucede una muerte súbita es fundamental contar inmediatamente con un sistema de respuesta en emergencias conformado por personal entrenado en reanimación cardiopulmonar (RCP) y por un desfibrilador externo automático (DEA). Este último es un aparato portátil con la capacidad de detectar la fibrilación ventricular y administrar un choque eléctrico que es, en definitiva, la única forma de cortar esta arritmia y hacer que el corazón vuelva a latir normalmente».
La combinación de RCP y DEA tiene alta efectividad cuando es aplicada en los primeros minutos. «Cada minuto que pasa en una víctima de muerte súbita sin asistencia adecuada significa la pérdida de un 10% de posibilidad de sobrevivir», señaló, y luego de considerar que «resulta indispensable que los lugares donde se practica actividad física cuenten con personal entrenado en RCP, DEAs, y un protocolo de acción para saber cómo actuar frente a una emergencia cardíaca como un episodio de muerte súbita», finalizó: «Si la población estuviera entrenada en RCP, se podría salvar a más de la mitad de las 40 mil víctimas de muerte súbita que se estima se producen al año en la Argentina».