El 29 de agosto de 1900 fue establecido el Día del Árbol en la República Argentina. Fue por iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos desde el Consejo Nacional de Educación.
Se determinó que desde entonces, todos los años se celebre esta jornada para concientizar a la gente sobre la necesidad de proteger las superficies arboladas y plantar árboles en diferentes lugares. Con el correr de los años se agregó el objetivo de frenar los efectos del cambio climático y la tala indiscriminada.
En Argentina el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento, quien en un discurso subrayó:
«El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no sólo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable » y agrega: