El cáncer del cuello uterino (CCU) es uno de los tumores más frecuentes entre las mujeres de todo el mundo y «el 40% que lo padece es durante la edad reproductiva», afirmó Carlota Lucini, especialista en oncofertilidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que para prevenir y combatir el cáncer de útero los Estados deben «multidisciplinar e incluir» la educación sexual, la vacunación contra el Virus Papiloma Humano (VPH) y los chequeos ginecológicos anuales.
«Ante una detección temprana de la enfermedad se puede conservar el útero para lograr así una futura gestación», explicó Lucini, coordinadora del programa de Oncofertilidad de Halitus Instituto Médico.
La experta dijo que «con tumores pequeños, menores a los 2 cm, se puede resguardar el útero» a través de una intervención quirúrgica conocida como «conización»: una incisión en forma de cono para extraer la patología o una «traquelectomia radical» para extirpar el cuello del útero.
«En estadios más avanzados salvaguardar la fertilidad es bastante más complejo», dijo Lucini respecto a las posibilidades de embarazo en una mujer con CCU, pues dependerá de los tratamientos oncológicos, generalmente quimioterapia o radioterapia, que son muy invasivos.
Las opciones en estos casos, «debido al compromiso tumoral en el cuello del útero» son la trasposición ovárica -elevar el órgano reproductor fuera del campo de los rayos- aunque «los resultados son muy variables», indicó.
Otra alternativa es la criopreservación de óvulos vía abdominal o de tejido ovárico. Y también existe la elección de subrogación uterina.
El cáncer de útero suele vincularse a infecciones causadas por el VPH y por eso aconsejan que para una pronta detección las mujeres se controlen de forma anual por medio de papanicolaou, colposcopia y test de captura híbrida dos, además de aplicarse la vacuna, incorporada en 2011 al calendario nacional argentino.
La vacuna contra el VPH está disponible en centros de salud y hospitales públicos de todo el país, se aplica de forma gratuita y obligatoria para niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000 y para varones de 11 años nacidos desde 2006.
En Argentina se diagnostican anualmente miles de casos de cáncer cervicouterino, que causa la muerte de unas 2.000 mujeres por año, cifras que según el Instituto Nacional del Cáncer Argentino (INC) se mantienen constantes desde hace casi 40 años.
Esto se debe «tanto a la falta de difusión sobre la enfermedad como a la necesidad de fortalecer las metodologías de diagnóstico prematuro», advirtió Ernesto Crescenti, del Instituto de Inmuno Oncología.»A pesar de ser prevenible y tratable con éxito total en sus estadios iniciales», el CCU «continúa siendo un problema de salud grave en los países en desarrollo», señaló el especialista.
Crescenti advirtió que «esa mortalidad evitable de la población femenina muestra la falta de programas de prevención eficaces y la carencia de acciones concretas para mejorar la calidad de la información de la población, así como la falta de seguimiento de las pacientes una vez detectadas».
En el Día Internacional de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, que se celebra cada 26 de marzo, Lucini apuntó que esa patología es la segunda causa de muerte por tumores ginecológicos en mujeres entre 35 y 64 años en Argentina.