Un grupo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv creó un corazón que palpita utilizando tejido humano. El proceso dura alrededor de tres horas, y el resultado es un corazón de tres centímetros, aunque los expertos aseguran que, para fabricar uno más grande, se sigue el mismo proceso
Por primera vez se realizó una impresión 3D de un corazón a partir de tejidos humanos y vasos sanguíneos reales. El equipo de la Universidad de Tel Aviv que presentó el prototipo lo calificó como “un gran avance en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y en la prevención del rechazo de los trasplantes”.
Los investigadores presentaron el corazón del tamaño de una cereza inmerso en un líquido. Los científicos esperan poder «imprimir» corazones en 3D que puedan ser trasplantados con un riesgo mínimo de rechazo en los pacientes que ya no dependerán de un eventual donante de órganos.
«Es la primera vez que se imprime un corazón integralmente con sus células y sus vasos sanguíneos. Es la primera vez que se utiliza materia y células provenientes del paciente», dijo el profesor Tal Dvir, director del equipo de investigación. «Ya se ha conseguido imprimir la estructura de un corazón en tres dimensiones antes, pero no con células y vasos sanguíneos», insistió.
Esta vez los autores del estudio crearon un procedimiento que permite no sólo producir, a partir de células obtenidas en el tejido del paciente, el hidrogel que sirve para moldear los parches cardíacos vascularizados perfectamente compatibles con el receptor, sino también estructuras celulares enteras con sus principales vasos, como corazones, dicen en un artículo publicado en la revista científica Advanced Science.
«Imprimimos un corazón entero que es completamente biocompatible con el paciente y no provocará respuesta inmunitaria», subrayó Tal Dvir.
Por ahora, los corazones producidos son del tamaño del de un conejo pero su tamaño podría aumentarse para alcanzar el de un corazón humano, dijo Tal Dvir. «Quizás en 10 años haya impresoras de órganos en los mejores hospitales del mundo y estos procesos se llevarán a cabo de modo rutinario», vaticinó, aunque su impresión es que se empezará con órganos más simples que el corazón.
La evolución tecnológica de las impresoras 3D podrá permitir obtener una mejor resolución y duplicar los pequeños vasos sanguíneos, y no sólo los más importantes como es el caso actualmente. «Debemos seguir desarrollando el corazón impreso, las células deben constituirse de una capacidad de bombeo, ahora pueden contraerse, pero deben trabajar juntas», señaló Dvir. En un primer momento se trasplantarán corazones impresos en animales, probablemente dentro de un año, estimó. «No quiero dar un calendario para ensayos clínicos en el hombre», concluyó.