Desde la postura hasta la alimentación, el invierno es una estación en la que aumentan las visitas al médico y el malestar. Te damos 5 ideas para cambiar malos hábitos invernales.
Afuera hace frío y no nos dan ganas de salir. Cocinamos comidas pesadas y no nos preocupa mucho el sobrepeso porque vamos tapados hasta la cabeza. Nos quedamos quietos y entumecidos, trabajando o mirando la tele. ¡Arriba! Es hora de cambiar de hábitos invernales para permanecer saludables y llenos de energía.
- Evitá quedarte quieto. Se ha comprobado que en invierno sufrimos más contracturas y lesiones debidas a la mala postura sostenida durante mucho tiempo. Es importante salir al exterior, disfrutar lo más posible de la luz del día y del ejercicio, aunque sea moderado. Una buena idea es caminar todo lo que puedas, por ejemplo, para llegar al trabajo por la mañana, o haciendo pequeñas salidas en el horario del almuerzo o la vuelta a casa. ¿Tenés que subir o bajar un par de pisos? ¡Andá por la escalera!
- Comé frutas y vegetales. Con el frío solemos incorporar más azúcares y harinas a nuestra dieta, además de carnes y grasa. No hay que confundir “calor” con “calorías”: una buena sopa de verduras es reconfortante, está llena de vitaminas y no nos suma colesterol. Lo mismo sucede con las frutas, especialmente durante el día: es conveniente evitar las facturas o galletitas entre comidas. En cambio, podés tener una taza de frutas secas en un cajón de la oficina. ¿Para el postre? Frutas frescas: se recomienda que tomemos al menos cinco porciones de frutas y vegetales al día, sin importar la estación.
- Mantenete hidratado. Aunque no lo notamos del mismo modo que cuando hace calor, nuestro cuerpo sigue necesitando líquido a medida que lo consume. Recordá que la sed es la primera señal de que estamos deshidratados, así que es importante tomar líquido durante todo el día, sin necesidad de sentir sed. Podés llevar una botella de agua de medio litro siempre encima, y de ese modo mantenerte hidratado sin necesidad de gastar dinero. ¿Alcanza con tomar mucho mate? Aunque te hidrata, también es diurético, de manera que eliminamos gran parte del agua ingerida. Tomá todo lo que quieras, pero no dejes de tomar, además, agua fresca.
- Tomá más leche. Los productos lácteos son ideales para prevenir resfriados, porque aportan proteínas y vitaminas A y B12 a tu sistema inmune. Además tienen calcio, que fortalece tus huesos. Es conveniente, para que los lácteos no sumen una cantidad exagerada de calorías, que sean descremados. ¿El jugo de naranja sirve para prevenir los resfríos? Aunque es cierto que contiene mucha vitamina C, la verdad es que se elimina prácticamente toda por la orina, así que no sirve de mucho.
- Lavate con frecuencia las manos. Es un consejo para todo el año, pero en el invierno es más importante porque hay más virus respiratorios dando vueltas y los lugares habituales estarán más llenos y menos ventilados. Todo lo que toques (especialmente en espacios atestados de gente) es una potencial fuente de contagio de gripe, entre otras enfermedades, así que higienizá tus manos con agua y con jabón o, si no, con alcohol en gel. ¿Sirve abrigarse para evitar la gripe? El abrigo te ayuda a no resfriarte y a proteger el sistema respiratorio, pero la gripe es otra cosa: es producto de un virus y sólo se produce por contagio, no importa cuán abrigado vayas.