El tan famoso “vive hoy”, escuchado y pregonado como una manera de disfrutar al máximo de nuestro día a día, muchas veces conlleva un revés de consumo desmedido y una falta de compromiso con el impacto que eso implica en el ambiente. Pero, aunque hagamos oídos sordos, todos sabemos que nada de lo que hagamos resulta inocuo y en algún momento los efectos se vuelven visibles, ya sea por nosotros mismos, por nuestros hijos o por las siguientes generaciones.
Este año, una vez más, se ha adelantado la fecha del llamado «Día del Sobregiro» («Earth overshoot day») y a partir de hoy, 8 de agosto, viviremos de aquí al 31 de diciembre, “a crédito”, ya que ya hemos consumido la totalidad de recursos que el planeta es capaz de renovar y hemos generado la cantidad de desechos que la tierra puede absorber en todo el año.
Así lo ha calculado la ONG Global Footprint Network, en base a la huella de carbono, los recursos consumidos para la pesca, la ganadería y la agricultura, así como la construcción y el uso de agua.
Al respecto, Global Footprint, junto a WWF, señalaron en un comunicado que: «Para satisfacer nuestras necesidades, actualmente necesitamos el equivalente a 1,6 planetas». Y agregan: «El costo de este sobreconsumo ya es visible: penuria de agua, desertificación, erosión del suelo, caída de la productividad agrícola y de las reservas de peces, deforestación, desaparición de especies».
Entre las principales causas del adelanto de esta fecha estimativa se encuentran: la sobrepesca, sobreexplotación de bosques y la emisión de más dióxido de carbono a la atmósfera que aquel volumen que los bosques pueden purificar. Este último factor es el más preocupante, ya que representan el 60% de la huella ecológica global.
«Vivir a crédito solo puede ser provisional porque la naturaleza no es un yacimiento en el que podamos extraer indefinidamente», señalan ambas organizaciones en el comunicado.
Alrededor de 450 científicos del mundo entero participaron en el relevamiento de información para elaborar los cálculos para el informe anual sobre el estado del clima ante la ONG Global Footprint Network.
Hasta ahora, el Acuerdo Climático de París es el consenso más importante a nivel internacional para reducir la huella de carbono, pero ha despertado muchas dudas en relación a su posibilidad real de realización.
Ya se ha estimado que, si continuamos con esta lógica, en el 2030 necesitaremos el equivalente a dos planetas para abastecer la demanda mundial de recursos, lo cual es imposible.
Por eso, tomar conciencia de los límites ecológicos de la Tierra y de la «deuda» que estamos contrayendo año tras año, no es solo necesario, sino ya vital, imprescindible.
Porque además, la escasez de recursos implica conflictos, guerras, migraciones, hambre y otros miles de problemas que solo nos llevan a enfrentarnos los unos a los otros, en lugar de respetar, valorar y comenzar a modificar las relaciones que tenemos con la naturaleza que nos rodea y con nosotros mismos como clave para cuidar lo que cada vez tenemos menos: los recursos y el amor.
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