Desde 1962 se celebra el 31 de agosto el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada en homenaje a que este día del año 1240 muere San Ramón Nonatto, quien debe su nombre al hecho de que fue extraído de las entrañas de su madre muerta. En relación con el hecho, fue elegido patrono de las obstétricas, parturientas y embarazadas.
En este día se rinde homenaje a la Obstetricia, especialidad médica que se ocupa de acompañar a la mujer en su embarazo, parto y puerperio, realizando controles prenatales de bajo riesgo, preparación integral para la maternidad, acciones de prevención, atención del parto, posparto normal y recién nacido normal y también en salud reproductiva, contribuyendo en forma importante a mejorar la salud del binomio madre-hijo/a.
La atención comprende también aspectos psicológicos y sociales en un período tan especial como es la maternidad, por lo cual la calidad humana del profesional que la realiza es tan importante como su experiencia profesional. Las consultas periódicas son muy importantes porque además de los controles para evaluar la salud y el desarrollo del embarazo, cumplen un rol esencial en la atención primaria de la salud.
Si bien la etapa de embarazo dura nueve meses, los especialistas consideran oportuno la visita al médico obstetra durante los meses previos a la búsqueda del bebé (visita preconcepcional) para detectar y prevenir posibles alteraciones que pueden influir en el normal desarrollo del embarazo.
En este primer encuentro médico-paciente, se le indicará a la mujer que comience a tomar ácido fólico tres meses antes de planear el embarazo, para evitar o disminuir la posibilidad de que el bebé contraiga malformaciones del cierre del tubo neural conocidas como espina bífida, mielomeningocele o anencefalia.
En los últimos años, cambió la forma de estimar el riesgo del embarazo, el que estaba enfocado en las etapas finales; en la actualidad se invirtió la pirámide del control prenatal, dándole mayor importancia a los estadíos precoces del embarazo, particularmente a las primeras 12 semanas.
Tener un hijo es la mayor bendición a la que puede aspirar una mujer, para ello algunos consejos a tener en cuenta para tener un embarazo saludable:
1) Evaluar el adecuado crecimiento fetal a través de la medición de la altura uterina y de las correspondientes ecografías.
2) Descartar la presencia de trastornos hipertensivos mediante la toma de la presión arterial.
3) Evaluar el correcto aumento de peso y el desarrollo de una dieta saludable.
4) Charlar sobre los riesgos de la ingesta de alcohol y el tabaquismo.
5) Determinar mediante un análisis sanguíneo la presencia de anemia.
6) Medir la glucemia para descartar diabetes gestacional.
Realizar todos los estudios y análisis correspondientes que el médico obstetra estime necesarios para detectar cualquier alteración que ponga en riesgo el desarrollo normal del embarazo.
fuente: Babysitio.com